Desde que recuerdo, siempre estuvo en mi, la necesidad de ayudar a los demás. Creo que por eso me hice enfermera. Bueno, no lo creo, lo afirmo. Soy enfermera porque me gusta ayudar a la gente. Ya de niña y adolescente colaboraba con las monjas de mi colegio en aquellas causas de ayuda solidaria y social que nos proponían. Recuerdo ir a una fundación de niños con diversidad funcional para jugar con ellos, ir a campos de trabajo en verano; tanto en mi isla como en la península; para apoyar a nivel social en algún pueblo que lo necesitase, ir de excursiones solidarias a reforestar los pinares de mi isla…. Más adelante cuando comencé a trabajar colaboraba de forma económica con alguna ONG, no me daba el tiempo para mucho más, pero sin lugar a dudas había algo en mí que quería aportar algo más al mundo.
Cuando comencé a escribir Zaireña y empecé a investigar sobre la cooperación en África, algo en mí se despertó y quise adentrarme un poco más en el mundo de las ONGs, no sólo colaborando económicamente con una cuota mensual, sino aportando algo más: mi tiempo y conocimiento. Así que en 2013 decidí embarcarme en una pequeña aventura de un mes. Cogí mi mes de vacaciones y me fui a la isla de Lamu con Afrikable, una ONG que trabaja en el empoderamiento integral de la mujer africana, empoderándola en todas las áreas de su vida; en la económica, en la social, en la psicológica, en la salud… A nivel económico les ofrecen un trabajo digno bajo estándares de comercio justo y sostenible; elaborando complementos textiles de moda y ropa para el hogar de alta calidad, bisutería tradición maasai, calzado y artículos de regalo; y acceso a microcréditos. A nivel social, les ofrecen formación y alfabetización, así como información y asesoramiento sobre sus derechos. A nivel psicológico hacen círculos de mujeres donde se trabaja la autoestima y confianza en sí mismas. A nivel de salud las ayudan y apoyan defendiendo sus derechos sexuales y reproductivos, y promoviendo su salud.
Vivir aquella experiencia fue un regalazo que me hizo la vida. El poder estar allí y colaborar como mujer y como enfermera en un proyecto tan ambicioso donde no sólo abarca el empoderamiento de las mujeres, si no que su trabajo también alcanza a sus hijos; escolarizándolos en las escuelitas que han creado y aportando alimentos con sus comedores; y al crecimiento de la economía local de la isla con la llegada de voluntarios y cooperantes que acuden a colaborar con ellos.
Lo cierto es que no fui tan valiente como para dejarlo todo y meterme de lleno a cooperar como lo han hecho Mercedes y Lola, fundadoras de Afrikable, y muchas otras mujeres y hombres que conozco que han cooperado en otras ONGs. No sentí que la cooperación a este nivel fuera mi camino, pero sí es cierto que encontré otra forma de colaborar y ayudar más acorde a mi sentir y al tipo de vida que quiero vivir.
Este espacio, en este blog, me parece otra forma de colaborar y ayudar a hacer de este mundo, un mundo mejor. Por eso he querido presentaros esta ONG en la que colaboré con mi tiempo y dinero hace unos años y con la que sigo colaborando actualmente a través de este espacio. Os invito a que entréis en su página web y descubráis las maravillas que está haciendo Afrikable en Lamu. Si conectáis con alguno de sus proyectos os animo a participar, porque os digo de verdad de la buena, desde mi lugar como voluntaria de vacaciones solidarias donde conviví con ellos durante un mes, que Afrikable ha cambiado y sigue cambiando la vida de muchas mujeres y niños de África, y de muchos voluntarios que acudimos con la idea de ayudar a otros, y finalmente nos marchamos de allí sintiendo que han sido ellos los que nos han ayudado a nosotros con su forma de entender la vida y vivir el mundo.
Aquí os dejo la dirección de su web www.afrikable.org para que le echéis un vistazo al proyecto y os animéis a colaborar con ellos. Y os aviso, sus piezas de comercio justo son divinas. Las podéis encontrar en www.tienda.afrikable.org.
Deseándoos lo mejor.
Carol Luján.